APRUEBAN DIPUTADOS FEDERALES LA “LEY DE AUSTERIDAD REPUBLICANA”


Ante situación de pobreza en la que se encuentra nuestro país, ocasionada por el despilfarro en el gasto público; en el Congreso de la Unión, las y los diputados que integran la Cámara de Diputados aprobaron el Dictamen con Minuta de Decreto por el cual se expide la Ley de Austeridad Republicana.


El diputado Saúl Huerta Corona, impulsor de este ordenamiento legal expuso que este nuevo ordenamiento legal, reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General de Responsabilidades Administrativas y de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

Destacó que, el dictamen sometido a discusión pone punto final a la tradicional historia de privilegios, corrupción, dispendio, tráfico de influencias, desvío de recursos y lujos, para dar paso a un gobierno honesto como parte de la cuarta transformación.

Como integrante del grupo parlamentario de morena Saúl Huerta, refirió que, la austeridad republicana de Estado debe erigirse como un pilar fundamental para transitar hacia una sociedad más igualitaria y justa en beneficio de los que menos tienen.

 “Ya no estamos en la época en la que se toleraba el yugo suave de la ley. Con la Ley de Austeridad Republicana de Estado, quien haya sostenido su encargo dentro del servicio público, está obligado a sostener y respetar la vida en la honrosa medianía que le proporcionó la retribución que la ley le otorgó en el tiempo del servicio, para con los próximos años en los que ya no preste el mismo, no sostenga su vida a costa de la información privilegiada que obtuvo durante el servicio público que prestó, de tal suerte que no caiga en situaciones que en lugar de cumplir con lo debido, guíe sus decisiones o guíe su actuar en beneficio propio o de un tercero que genere el resurgimiento a la corrupción”; refirió el representante del Distrito 11 Federal

Se espera que la ley aprobada por las y los diputados, sea el medio para continuar con el combate a la corrupción mediante el fortalecimiento de las instituciones democráticas, evitando distorsiones de la economía, vicios en la gestión pública y el deterioro de la moral social.

Finalmente, en su intervención refirió que México merece un gobierno ético sin derroches, y con servicio social por vocación y convicción.

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